ARNAL GIL, TXABI
Caperucita Roja quiere pedir perdón al lobo. Cree que el castigo que recibió de manos del leñador fue excesivo y que no tenía por qué morir. Le ha enviado decenas de cartas hasta la luna, pero nunca recibe una respuesta. El cartero, a quien le ha estado robando los sellos para sus cartas, le explica que sus cartas nunca han llegado al destino, pues no es posible alcanzar la luna.