BOWLEY, TIM
"Jaime plantó una bellota, pero?
	antes de que pudiese crecer una ardilla la desenterró y la escondió.
	Jaime plantó una bellota, germinó y brotó de la tierra, pero?"
	Así comienza una sucesión de escenas, narradas de
	modo ágil, breve y repetitivo. Una técnica muy
	recurrente en los cuentos destinados a primeros
	lectores y de gran utilidad para su narración oral, con
	la que se pretende implicar al público infantil.
	Mantener una estructura narrativa se convierte en una
	regla mnemotécnica esencial para que los niños sepan
	cómo continúa el cuento.
	Porque Jaime no se da por vencido cuando su primera
	bellota no crece: planta otra pero los animales la
	pisan, mosdisquean los brotes de la que empezaba a
	nacer; los niños estropean la planta que germinara
	con otra semilla, los leñadores talan el árbol que
	llegara a hacerse alto y fuerte... hasta que la enésima
	bellora de Jaime se convierte con el paso del tiempo
	en un roble robusto que da como fruto? más bellotas.