No cabe duda de que las demandas y exigencias de un docente están sujetas a lascaracterísticas de su centro educativo, alumnado y contexto social. Por ello, el intento dedelimitar un estándar común a todo el profesorado no es sino una losa que dificulta sulabor en el aula y que impide llegar de manera eficaz a los estudiantes. De esa manera,la necesidad de optimizar recursos tanto materiales como humanos con los que suscitarel interés de todo el alumnado y acelerar sus aprendizajes se convierte en un aspectoclave en el proceso de enseñanza aprendizaje.A través de un caso real de estudio, este libro parte de dos premisas: enseñar una lengua extranjera de forma eficaz es una fuerza motivadora fundamental, transformar las aulas del siglo XXI es otra. Así, se pretende familiarizar al lector con el empleo de Grupos Interactivos, entendido como una actuación educativa de éxito, con el objeto de llevar la enseñanza de lenguas extranjeras a sus máximos. Esta actuación no solo consigue mejorar las destrezas comunicativas de los estudiantes, sino que, además, influye positivamente en su desarrollo social y personal. A través de este estudio, el lector podrá adquirir una herramienta útil de enseñanza que le permita promover que sus estudiantes alcancen metas que en sesiones ordinarias le serían más difíciles de alcanzar y mejoren las cuatro destrezas comunicativas a la par que desarrollan una actitud positiva ante el aprendizaje del inglés. Asimismo, se explica cómo el uso de Grupos Interactivos puede ser de ayuda para resolver conflictos, incrementar la solidaridad y reducir las etiquetas negativas de los estudiantes.