DICASTERIO PARA LOS LAICOS, LA
Cuando practicamos algún deporte nos reencontramos con virtudes
como el esfuerzo, el trabajo en equipo o el respeto por los que nos
rodean y por unas reglas pautadas, todo lo cual nos recuerda qué significan
la verdadera libertad y la alegría de la convivencia. Es un elemento
importante en el desarrollo completo de la persona humana y una vía
inmejorable de misión y santificación. Y, con este documento, la Iglesia
quiere ofrecer una visión cristiana del deporte y de cómo el deporte
puede ser un instrumento de encuentro y de formación.
En las primeras páginas incluye un mensaje del papa Francisco al prefecto
del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida.